
BEATRIZ GUZMÁN
Ayudo a actores a reencontrarse con ellos mismos y con su propósito.



Sobre Mí
Cuando empecé a trabajar como actriz profesional, solo llevaba dos años en el teatro, en la escuela. Mi primer maestro, Ángel Gutiérrez, profesor y catedrático de la RESAD, en aquella época tenía una escuela propia en Lavapiés.
Yo no entré en la RESAD. Tenía 18 años, acababa de terminar lo que antes se llamaba COU y tenía claro que quería estudiar Arte Dramático. Ya desde muy pequeña.
No entré en la RESAD, pero Ángel estaba en el tribunal. Recuerdo que no paraba de reírse cuando yo estaba haciendo la prueba. Confieso que me tocó el monólogo de Elena de Sueño de una noche de verano, y creo que ni me leí toda la obra. Entendí que era un monólogo de una mujer muy potente y le pedí a mi hermano su capa de Superman.
Recuerdo casi las lágrimas de risa de Ángel y mi incomprensión por lo que estaba sucediendo.
A algunos de los que no fuimos seleccionados, Ángel nos llamó para participar en su escuela. En aquel momento tenía en cartel Tío Vania, Mozart y Salieri, y para los colegios estaban en cartel Los entremeses de Cervantes, Lope de Rueda y los hermanos Álvarez Quintero. Fascinada por la metodología y el universo ruso, entré en una atmósfera de trabajo muy especial. Creo que cualquier actor que haya estado con Ángel sabe a lo que me refiero. En la escuela aprendíamos los primeros pasos, construimos en la escuela Los escándalos de un pueblo de Carlo Goldoni. Este espectáculo, que era de escuela, pasó a formar parte de un espectáculo profesional de teatro.
Y así empezó todo.


PRIMER GRAN BLOQUEO
Después de trabajar como actriz en algunos espectáculos, empecé a sentir que me faltaban herramientas para poner en práctica todo lo que Ángel nos hacía leer. Stanislavski, Mijaíl Chéjov y María Knebel se volvieron mis aliados, pero en el teatro profesional, cuando no hay tiempo y hay un estreno, esto es imposible si no conoces tu propio instrumento y no tienes técnica. Así que pedí una beca para ir a estudiar con Anatoli Vassíliev. Él había acabado de construir su propio Teatro de Arte Dramático en Moscú y me llamó la atención porque, después de leer a Grotowski y haber participado en el programa de selección de Thomas Richards y Mario Biagini en Pontedera, necesitaba encontrar un camino alternativo al que la escena madrileña me proponía en aquellos tiempos. Estoy hablando del año 2001. Además, ya había tenido la experiencia de Philippe Gaulier en París y algunos cursos en la RESAD con maestras como Roberta Carreri, del Odin Teatret.
Recuerdo salir del teatro los días de función y sentir un vacío muy fuerte dentro de mí. Era casi inexplicable, no podía saber lo que era, pero mi interior gritaba por buscar un camino alternativo en el mundo de la actuación. Justo en ese momento salió un workshop de ocho meses en el teatro de Anatoli Vassíliev. Pedí una beca y, aunque llegué tarde, ese encuentro cambió por completo mi forma de relacionarme con el teatro.
Como no había móviles en aquella época, las comunicaciones eran muy pobres. Recuerdo pasear cerca del teatro y ver unas salas encendidas en los sótanos del edificio. Estuve sin poder encontrar la puerta de entrada un par de días. Recuerdo que el frío y la nieve secaban hasta mis ojos, era difícil poder andar sobre la nieve y la oscuridad de la calle. Llegué en enero y la luz no dura mucho en esa época del año.
Por fin entré y recuerdo que, cuando me encontré con Vassíliev, rompí a llorar como ese alumno que se cae a los pies del maestro pidiendo casi por una salvación. Mi vacío espiritual tenía ansias de poder ser llenado. Quería descubrirme como actriz, investigar y conocerme. En ese momento, de mi boca solo salía la palabra: “Gracias, gracias, gracias”, le decía casi como el pobre mendigando un trozo de pan. Él, corriendo, pidió a la gente de la oficina que me trajeran un poco de agua. Sentía que me iba a desmayar y casi no me salía la voz. Vassíliev me decía: “Ya me darás las gracias, ya me las darás, pero todavía no.”
Me remangué y nos pusimos a ensayar. En el grupo no éramos muchos, pero los suficientes como para crear un grupo interesante de trabajo. Nuestro foco fue Chéjov y el etude.
Encontrarme con el etude ha sido en mi vida uno de los acontecimientos más importantes en mi carrera artística y ha sido mi objeto de estudio desde entonces. El etude me permitió, a partir de ese momento y con Vassíliev, trabajar en textos como Chéjov, Shakespeare, Thomas Mann y Pushkin. Cuando el workshop internacional se terminó, me quedé trabajando en el grupo ruso dos años más. Después de eso, seguí a Vassíliev siempre que pude: en talleres en Barcelona, Oporto y el último en el Instituto Grotowski en Wrocław, en el año 2011. En esos años pude desarrollarme como actriz, encontrarme con la acción, desarrollar personajes y entender la gramática de manera muy profunda. Eso me ayudó a volver a trabajar en España con mucha más libertad técnica y creativa.
SEGUNDO GRAN BLOQUEO
En mi segundo viaje a Polonia tuve un grandísimo bloqueo en el escenario. Mis compañeros no podían explicar lo que estaba pasando, ni yo misma tampoco en ese momento. No podía salir a escena: mi cuerpo no respondía, no sabía cómo moverlo, qué hacer con mis palabras o con mi voz… No era una cuestión de técnica, era una cuestión de creencias que había dentro de mí y que me bloquearon totalmente.
No había razón ni motivo para estar bloqueada.
Cuando la idea idílica de lo que uno cree que es el teatro se encuentra con la idea de la vida personal, entonces estas ideas chocan de forma estrepitosa. Además de ser actriz, yo quería ser madre. Después de las aventuras de Moscú volví al Teatro de Cámara como ayudante de dirección y actriz, y pude vivir los últimos años de Ángel antes de que perdiera la sala. Fueron años muy duros para mí, pero llenos de grandísimos aprendizajes. En ese momento todo coincidía: perdíamos la sala, cerrábamos el teatro y yo necesitaba un trabajo estable. Tengo la sensación de que esos años fueron tan intensos que necesitaba salir un poco para tomar aire. Decidí centrarme en mi vida personal, tener un trabajo que no implicara tanta dedicación y que me ofreciera un mejor horario para poder formar una familia. Y así fue. No dejé el teatro porque me sintiera fracasada; todo lo contrario, siempre me sentí agradecida de haber vivido lo que había vivido, pero sabía que, con las circunstancias del teatro, encontrar un sitio que me llenara después de aquello iba a ser complicado.
En ese momento decidí dejar el teatro profesional. El Teatro de Cámara se cerró y yo me moví al ámbito de la educación.
Desde entonces, la educación ha sido mi ámbito de creación. El teatro siempre estuvo en mis clases como herramienta potente para un aprendizaje significativo. Creé un grupo de teatro y fui directora de coro. Ahora bien, durante todo ese tiempo dediqué mis energías a crear una familia, pero en mi interior siempre, desde el principio, estaba la idea de volver al teatro. Lo que había vivido en el escenario, con mis maestros, con mis compañeros y la idea de lo que significaba el teatro estuvieron siempre vivos en mí, ardían en mi interior. El método y todo lo que había aprendido se fueron asentando con los años y la experiencia.
Ahora más que nunca siento que ese conocimiento quiero difundirlo, ayudar a actores que se sienten perdidos a encontrarse de nuevo. Ayudar a artistas a aprender a escucharse, porque solo hay fracaso cuando uno deja de intentarlo, nunca antes. El artista es algo raro, es un ser que está en el mundo para expresar su propia convicción, su visión, su poesía y su belleza. Crecer como artista significa ser resiliente, aprender de los fracasos y tener la fuerza suficiente para volver a levantarse. Ese ser divino que está en nosotros tiende a esconderse cuando el ruido del exterior, las expectativas de los demás, los traumas pasados o los fracasos son más fuertes que nosotros mismos.
Con este afán me involucré en el conocimiento del crecimiento personal, el coaching, la meditación y la espiritualidad. Por otro lado, mi amor por el teatro y mi constante curiosidad hicieron que terminara recientemente un Máster de Estudios Avanzados de Teatro, encontrándome ahora en un proceso de investigación de doctorado sobre el trabajo que realicé con Vassíliev en Rusia: desde las estructuras psicológicas hasta las lúdicas, en un proyecto que se llama La Alquimia del Encuentro con la Acción.
“Este es el germen de BeActingLab: un espacio de crecimiento personal para el actor a través de la técnica, la gramática teatral y el autoconocimiento. Los bloqueos de los actores son muchos, y aquí abordamos dos de los más importantes: el técnico y el espiritual.”
— Beatriz Guzmán
Actriz, investigadora teatral, acting coach y docente.
BEACTINGLAB
Universidad de La Rioja, España
Máster en Estudios
Avanzados de Teatro
Trabajo final de investigación:
La alquimia del encuentro con la acción en Anatoly Vassiliev
2024 – Presente
City University Miami
Certificado de Educación
Continua en Liderazgo
2023
Universidad Autónoma de Madrid. UAM
Licenciatura en Historia
y Ciencias de la Música
Matrícula de Honor en el trabajo final de prácticas de enseñanza:
Música y Dramatización
2023
Escuela de Arte Dramático Anatoly Vassiliev.
SDART. Moscú
Estudios experimentales sobre actuación en el Laboratorio Ruso. Platón, Thomas Mann, Pushkin y Shakespeare.
2004-2006
Curso internacional para actores y directores profesionales. Moscú
Estudios sobre actuación.
Metodología del Etude. A. Chéjov
2003-2004
Escuela de Philippe Gaulier. París
Curso sobre Shakespeare, Chéjov y Clown. Escuela de Philippe Gaulier. París.
2003
Universidad Complutense de Madrid. UCM
Licenciatura en Educación Musical.
2002
Formación en Drama y Teatro. Teatro de Cámara Chejov. Ángel Gutiérrez. Madrid
1999-2002
FORMACIÓN ACADÉMICA
BEATRIZ GUZMÁN

Actriz, Investigadora teatral, Acting Coach y Docente.
BEACTINGLAB
ICA Immokalee Charter School - Florida, U.S.A.
Docente de Intercambio
22 – Presente
Directora de teatro y música. Colegio Vallmont
Directora Artística del Coro y Directora Artística del Grupo de Teatro Escolar.
2015-2021
Actriz y Asistente de Dirección
Teatro Chejov
Dirección Ángel Gutiérrez
2012-2014
Actuación y Teatro
ESPECTÁCULOS
Actriz de Teatro
2001 – 2011
• “El jardín de los cerezos” de Chéjov
Personaje: Arkádina.
Teatro Alcázar de Madrid, con gira posterior en Melíjova, Rusia.
• Instituto Grotowski.
Máster en Residencia con Anatoly Vassiliev.
“Duelo”, “Historia de un desconocido”, “Las tres hermanas”, “El jardín de los cerezos” y “La gaviota” de Anton Chéjov.
Wroclaw, Polonia.
2011
• Recital poético de Lucian Blaga “La piedra habla”. Mario Mocanu.
Asociación cultural Juan Ramón Jiménez. Alcalá de Henares, Madrid.
2011
• “Don Juan, te odio”. Adaptación de Ángel González de la Aleja
sobre el mito de Don Juan.
Producciones Valldum. Personaje: Ana. Madrid.
2010
• “Inauguración” de Václav Havel. Real Escuela Superior de Arte Dramático.
Personaje: Vera. RESAD.
Madrid.
2010
• “Las picardías de Scapin” de Molière. Teatro de Cámara Chéjov.
Personaje: Cerbineta.
Madrid.
2009
• “La gaviota” de Anton Chéjov. Teatro de Cámara Chejov. Director: Ángel Gutiérrez.
Personaje: Masha. Madrid.
*Premio a la mejor actriz de reparto
en el Festival de Teatro de La Garnacha en La Rioja.
2009
• “Viniendo y yendo” de Beckett. Fiona San Martín.
Escuela Superior de Artes Escénicas de Lyon (ENSATT).
París.
2007
• “El pelícano”, de A. Strindberg. Director artístico: Ángel Gutiérrez.
Personaje: Criada.
2001-2002
• “La voz del poeta”. Recital poético. Director artístico: Ángel Gutiérrez.
2001
• “Pasos y Entremeses”: “Las aceitunas” y “El viejo celoso” de Cervantes y Lope de Rueda.
Director artístico: Ángel Gutiérrez.
2001
• “Los escándalos de un pueblo”
de Goldoni.
Director artístico: Ángel Gutiérrez.
Personaje: Lucetta.
2001
Experiencia
Cinematográfica
• “Harta”
Cortometraje en 16 mm,
Dirección: Elisabeth Stishova.
Primer Protagonista, Tania. Moscú, Rusia. 2009
• “La Noche de Todos los Santos” (cortometraje).
Dirección: Gustavo Vallecas
Co-Producción: DemoReel Studio/Plano Americano
Papel de Reparto: Corredora 1
EXPERIENCIA PROFESIONAL
BEATRIZ GUZMÁN
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS
Finalista en el certamen de Creación Literaria del IV día digital del libro UNIR.
Libro digital:
Lengua del Alma.
2024
Tercer Premio a la Dirección
en el Concurso de Coros de la Comunidad de Madrid.
Diario La Razón.
Auditorio Nacional.
2017
Mejor Actriz de Reparto Festival de Teatro La Garnacha
(La Rioja).
Personaje: Masha
Espectáculo: La gaviota de Chéjov.
2009
Si eres actor con algún bloqueo que no sepas identificar, te ayudamos en tu camino.
Y si lo has identificado es posible que la raíz del problema se sitúe en otro sitio. Si además quieres un espacio de creación actoral, libre, sin prejuicios, un lugar seguro donde poder ponerte a prueba, este es tu espacio.
No importa en qué estadio estés, ni cual sea tu bloqueo.
Aquí te ayudamos a reencontrarte como lo hice yo.
BIENVENIDO A BEACTINGLAB.



Let’s schedule a workout
Si quieres organizamos una llamada
gratuita para saber si te puedo ayudar.

